Misión cumplida: «Lajas Blancas ha sido cerrada». Con esta frase categórica, el ministro de Seguridad Pública, Frank Abrego, dejó claro que Panamá marcó un hito en la gestión migratoria al cerrar definitivamente la Estación Temporal de Recepción Migratoria, ubicada en la comarca Emberá-Wounaan, en la provincia de Darién.
En un acto simbólico, el ministro cerró un candado para representar el fin de un ciclo migratorio irregular sur – norte que afectó la seguridad nacional y la estabilidad ecológica del país.
La migración irregular por la selva de Darién tuvo consecuencias devastadoras. Miles de personas perdieron la vida en el cruce, mientras el ecosistema sufrió daños irreparables. La deforestación, la contaminación y la alteración de los hábitats naturales fueron algunos de los efectos de este fenómeno.
El ministro Abrego destacó que Panamá fue un referente en la gestión migratoria, a pesar de los múltiples desafíos enfrentados. Señaló que el país demostró que el cierre del paso por el Darién era posible, tanto por razones humanitarias como por fundamentos de seguridad hemisférica.
Subrayó que la seguridad cooperativa es la herramienta clave para enfrentar amenazas estratégicas que generan vulnerabilidad en la seguridad multidimensional. Agradeció el compromiso, la vocación y el patriotismo de los uniformados, la sociedad civil y las organizaciones, resaltando que la unión fortaleció el esfuerzo nacional.
Desde 2009, Panamá enfrentó un incremento en la migración irregular extracontinental, pero con la implementación de la “Operación Flujo Controlado” se institucionalizó una respuesta integral que convirtió al país en un referente hemisférico en el manejo de crisis migratoria.
En 2023, la cantidad de migrantes en tránsito alcanzó un récord de 520,000, cifra que descendió a 300,000 en 2024 y continuó reduciéndose en 2025. Esta disminución resultó del cierre de rutas en la selva, impulsado por el gobierno del presidente José Raúl Mulino, así como del endurecimiento de la política migratoria de Estados Unidos.
La Estación Temporal de Recepción Migratoria en Lajas Blancas procesó más de un millón 325 mil 349 migrantes, articulando capacidades estatales y multilaterales bajo un modelo de atención integral basado en normativas nacionales e internacionales de respeto a los derechos humanos.
El Gobierno de Panamá destinó millones de dólares en apoyo humanitario para los migrantes que cruzaban la frontera. En los albergues habilitados se les proporcionó alimentación, salud y refugio temporal. Sin embargo, ante la nueva política migratoria, se tomó la decisión de cerrar estos centros y redirigir los recursos hacia el fortalecimiento de la seguridad nacional.
La reducción del 99% del flujo migratorio refleja el impacto de las estrategias gubernamentales. Desde el primer año de gestión del presidente Mulino, el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) trabajó en el cierre de rutas utilizadas por los migrantes y logró avances significativos en el control de la frontera.
Lajas Blancas fue un punto clave en la ruta migratoria por Darién. La Estación Temporal de Recepción Migratoria en la zona fue fundamental para brindar asistencia a quienes llegaban, pero su cierre marca una nueva etapa en la política migratoria del país. La disminución en la afluencia de migrantes evidencia el éxito de estas medidas.
En este acto estuvieron presente el gobernador de Darién, Arnulfo Díaz; el director del Senafront, Larry Solís y el director del Servicio Nacional de Migración, Roger Mónica.